Reseña: Carter y Arizona


Solo amigos.

Solo somos amigos.

No, en serio. Arizona es solo es mi mejor amiga…
Arizona Turner y Carter James son amigos inseparables desde los nueve años. Se lo han contado siempre todo el uno al otro y se han apoyado en todas sus «primeras veces». Y, por supuesto, han sido mutuo paño de lágrimas cuando las relaciones que han mantenido con otras personas han fracasado…
Pero a lo largo de los años, a pesar de todo lo que han pensado los demás sobre ellos y su amistad, jamás han traspasado la línea. 
Nunca se les ha ocurrido. 
Nunca han querido...
Hasta que una noche todo cambió.
Así que quizá ahora…
Solo amigos. 
Solo somos amigos. 
O eso seguiré diciendo hasta que averigüe si Carter sigue siendo «solo» mi mejor amigo.


Phoebe

❤❤❤

    
ADICTIVO
Si lo tuviera que definir con una palabra sería esa, totalmente. 

Siempre me ha gustado ese rollo entre amigos, mejores amigos que no se dan cuenta de lo que todo el mundo ya sabía hace tiempo. Mejores amigos que no se sienten atraídos hasta que... ¡Bum! de repente se les cae un velo de los ojos y lo ven todo con más claridad.

Que hayan sido amigos de siempre no significa que todo esto sea más fácil... De echo, perder la amistad que tienen desde hace tantísimos años es algo que les aterra, sobre todo si realmente es la única persona que ha estado, está y estará en tu vida siempre. 

Arizona es una chica extrovertida, aunque no tenga muchos amigos, aparte de Carter y Josh (amigo de Carter desde el instituto). Siempre tiene una respuesta divertida a los comentarios de Josh, ya que están continuamente tirándose darditos el uno al otro, pero se ve que en fondo hay amistad de la buena. 
La relación que tiene con Carter es especial. Son amigos desde los nueve años y han vivido todo juntos, buenos y malos momentos, primeras experiencias y toda clase de contratiempos.  
Carter, nunca dura más de seis meses con una novia, casi todas acaban echándole en cara su amistad con Arizona. Y a Arizona en ese aspecto tampoco le va muy bien últimamente.  

     Con todo el verano por delante, antes de que empiece el nuevo curso y tengan que separarse, Carter se compromete con Arizona a buscarle un chico para que pueda tener relaciones durante ese tiempo y acabe su sequía sexual, ya que cuando acabe el verano ella se irá a otra ciudad a estudiar cocina, su verdadera vocación.  
Lo que pasa durante ese tiempo es que se les abre los ojos a ambos y...

       Como he dicho antes, me encanta esta clase de libros. Dos personas que se conocen desde los nueve años y lo saben todo (TODO) el uno del otro...eso da mucho de sí. La confianza con la que hablan, sin tapujos, y el nivel en el que se conocen, que se puedan comunicar incluso sin abrir la boca. Me encanta.
Además, el libro intercala capítulos del pasado, momentos importantes para ambos, en los que siempre han estado el uno para el otro. También está escrito desde los dos puntos de vista, así que no te pierdes nada. 
La unión entre ambos es completa, tienen sus rituales y su manera particular de comunicarse desde pequeños. Son geniales. Son absolutamente el uno para el otro.  


Ha sido una lectura tan fácil, tan fluida... que se me ha pasado el tiempo volando. 
Me han encantado los personajes y me ha encantado la historia. 

Lo único que puedo decir que me confundió un poco.. es la manera de darse cuenta ambos de la atracción que sienten por el otro. Como muy de repente, de un segundo a otro, después de estar tantos años juntos... pero después sigues leyendo y es que tiene que ser así. Ellos son así.




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